Primera competición de mi vida

Bueno, amigos míos, os voy a contar lo que para mí ha sido sin duda una de las mayores experiencias que he tenido en la pesca, mi primera competición «La Copa Bocarde».

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Empezaré por los preparativos que han sido de locos. Nunca en mi vida hubiera pensado que antes de una competición de esta magnitud le hubiera dado tantas vueltas a la cabeza preparando material, hablando con amigos para que me dieran información del embalse, de la situación de los peces y taladrar a mi compañero Iván Merchán a llamadas. Después de todo esto, que menos que ir un mínimo de dos días a entrenar para saber con lo que nos íbamos a encontrar. Entrenaríamos 2 días justo antes de que se cerrara el plazo de entrenamientos marcado por la organización.

Entrenamientos

El primer día de entrenamiento nos centraríamos en tocar una parte del embalse dejando la otra parte del embalse para el segundo día. Tendríamos la ayuda de un gran amigo de Iván como es Javier Recio, compañero habitual de Iván en las competiciones de Bass Cijara al cual pertenecen.

El primer día no madrugaríamos, ya que era todo enfocado a la competición y de nada nos valdría estar en el agua a las 7:00 h cuando la primera manga de la copa bocarde daría comienzo a las 9:00 h. Dicho esto, a las 9:00 h estábamos en el agua como si de la manga se tratara.

Estaba claro que la actividad frenética de las 2 primeras horas que suele haber en Cijara al amanecer se había esfumado y con ello tendríamos que empezar a buscar nuevos patrones. Javier amante de crankbaits y lipless nos ayudaría a descartar esta pesca, mientras que nosotros nos centraríamos en pescar con jig- superficie y vinilos.

Los peces estaban durísimos, buscábamos patrones de verano ya que el calor era infernal y la temperatura del agua altísimas casi 30 grados. Después de varias horas sin mucho éxito, dimos con la tecla haciendo durante los dos días cupos de casi 8 kg. Javier nos decía que haríamos un buen papel en la competición ya que teníamos los peces controlados y sabían lo que comían. Muy contentos por esos entrenamientos que habíamos realizado, ya estaba todo preparado para la competición.

Precompetición

Llego el día de partir para tierras extremeñas a vivir esa experiencia tan magnífica. Todo preparado en mi coche, salgo de Cieza (Murcia) a las 10:00 h sin antes despedirme de mi mujer e hijo recién nacido que me desearon pasarlo de maravilla. Eran casi 600 km en el que no dejaba de pensar en cómo iba a pescar y como se daría todo (¡Qué locura!).

A las 17:00h ya estaba en territorio extremeño y mientras esperaba a mi amigo Iván Merchán me tomaría una cervecita disfrutando de tan maravilloso paisaje con el que nos deleita Extremadura. El que ya ha estado sabe a lo que me refiero, naturaleza en estado puro.

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20 minutos más tarde llegaría mi gran amigo Iván con su barco y partiríamos a Poblado de Cìjara donde nos esperaba la Copa Bocarde.

Cuando llegué estaba como un niño en un parque de atracciones. ¡Qué barcas, qué ambiente! maravilloso todo. Veía a gente de todas partes que solamente había visto en revistas y foros de internet, vamos que yo estaba flipando.

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Yo iba detrás de mi compañero Iván como un corderito, ya que no sabía ni donde estaba, ni lo que tenía que hacer. Recogimos la plica y asistimos a la presentación de la Copa Bocarde.

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Después ya fue todo risas y charlas entre pescadores de anécdotas que tanto nos gustan a los pescadores. Sobre la 1 de la noche nos iríamos a la cama a dormir, aunque yo dormir no es exactamente lo que hice. No pegaría ojo de los nervios en toda la noche, hasta que a las 6 de la mañana ya estaba en pie y me decidí a dar un paseo para desconectar antes de competir.

Día de competición

El día empezaría para no olvidarlo en nuestras vidas. Como he dicho anteriormente, a las 6:00 h me decidí a salir a la calle a dar un paseo mientras Iván se vestía. Entonces pasó una cosa que no olvidaré nunca. Cojo las llaves para abrir la puerta y la cerradura estaba rota. No abría la puerta y no había manera de salir de la casa. Intentamos llamar a la organización, pero no había cobertura.

Eran las 6:30 y solo nos quedaba una hora para estar en la salida y no podíamos salir de la casa. Yo no me lo creía y pensé que esto no nos podía suceder. No sabíamos que hacer, estábamos desesperados, cuando ya tomé por emprenderme a patadas con una reja y arrancarla de cuajo. Después de 15 minutos golpeando y lastimándome la pierna, conseguí tirarla abajo. Era el alivio más grande que he sentido en mucho tiempo.

Con los nervios todavía en el cuerpo engancharíamos el barco y marcharíamos a la salida. Cuando llegué allí pensaba que estaba en las Elite Series, ¡qué barcos, qué ambiente más guapo!, pescadores portugueses, pescadores de toda España, era espectacular la verdad.

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Pues ya estábamos en el agua con todo preparado y esperando el bocinazo de los jueces para acelerar nuestro motor y emprender un recorrido lleno de ilusión, nervios y felicidad extrema.

Lo primero que decidimos fue tocar una zona que sabíamos que tenia peces de buen porte y lo haríamos con señuelos de superficie. Al quinto lance me entraría un pez de 1.800-1.900 kg que embocaría mi paseante y que bajo nuestra mirada se reiría de nosotros y con un fuerte coletazo se marcharía hacia las profundidades.

En fin, había que seguir porque son gafes de la pesca, decidimos irnos a una zona que teníamos controlada y que en los entrenos nos había dado peces. Al llegar, lanzo mi señuelo justo en una retama, tengo una picada y comienza la lucha . Esta vez lo tendría enganchado al menos 15 segundos porque al final otra vez a mi pesar se me enramaría y lo volvería a perder.

Ya estaba desquiciado mientras mi compañero Iván me daba ánimos. Seguimos pescando y empezamos a subir peces al barco de pequeño tamaño, sobre las 13h solamente teníamos 3 peces en el vivero pequeños. No conseguíamos hacerlos picar, ya que los teníamos a pez visto y no había manera de cogerlos.

Después de comer el pequeño picnic decidimos cambiar de zona e irnos a otra que era la que mejor resultados nos había dado en los entrenos. Fue llegar y mi compañero casco el primer tocho por encima del 1.5 kg. ¡Dios, qué alegría al verlo saltar! Metí la sacadera y ese ya estaba dentro. Fue como una dosis de energía que nos dió fuerza para seguir adelante.

Más adelante sacaríamos otro de aproximadamente el kilo y ya teníamos cupo, volveríamos a cambiar algún pez pero no de demasiado peso. Era hora de llegar al pesaje y ver a los demás.

Mientras estábamos esperando el pesaje hablábamos con los demás competidores y no se les había dado bien. Fue cuando dijimos que con nuestro cupito estaríamos arriba y así fue. Después del pesaje estaríamos en el octavo puesto a solamente 1 kilo y algo del tercer clasificado.

La segunda manga sería de infarto y cualquiera podía ganar viendo lo duro que estaban los peces, estábamos súper contentos.

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Aquí poso con mi primera plica y la cual guardo con mucho cariño.

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Segunda manga

La segunda manga estaba ya preparada. Habíamos preparado la estrategia bien y solo nos faltaría que la suerte divina nos acompañara esta vez.

En esta segunda manga saldríamos en segundo lugar, ya que en la primera manga salimos los penúltimos. Iríamos a un punto que no había tocado nadie anteriormente. Fue Iván el que con su Yamato de OSP tendría una picada espectacular rompiendo el agua calma que tenia a esas hora el embalse. Como en el día anterior se nos escaparía. Sabíamos que esos peces eran los que nos metería arriba, ya que los peces por encima de 1.5 kg estaban durísimos de sacar. Entre lamentaciones seguimos pescando en superficie teniendo varias picadas de peces pequeños. Sobre las 11 sacaríamos el primer pez de 1 kilo aproximadamente,

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Ya nos habíamos quitado el bolo, pues desde las 11h de la mañana hasta las 16h no conseguiríamos subir más peces al barco. Tuvimos muchas picadas y peces enganchados, pero incomprensiblemente se nos escapaban. Estábamos desesperados, ya que sabíamos que con 2 peces más estaríamos casi en el pódium.

Así fue, llegaría el final de la manga y el pesaje era desolador. Nadie exceptuando 3 barcos había hecho cupo. De los 5 primeros clasificados el que más presentó fue 3 peces. Hablábamos con la gente y todos nos decían lo mismo, que habían tenido muchísimas picadas y se les habían escapado los peces. Era increíble todo el mundo igual.

Así terminó la segunda manga y con ello este magnífico campeonato que no olvidaré nunca en mi vida. Al final acabaríamos en un meritorio onceavo puesto, que para ser mi primera competición no está nada mal.

Lo tuvimos en la mano si la suerte hubiera estado de nuestra parte y sólo un pez de 1.5kg se hubiera subido al barco. La pesca es así.

Espero que disfrutéis leyendo esta crónica como yo he disfrutado volviendo a recordar esos momentos vividos en aquella maravillosa guerra en tierra extremeña.

Quiero dar las gracias al Valencia Bass Club, a mis amigos del Murcia Bass Club, y en especial a mis amigos Fernando por haberme ayudado a preparar el concurso, y a mi hermano y compañero Iván Merchán.

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