Caspe Bass 2016

Nos encontramos en un año en el que desgraciadamente los pescadores deportivos nos encontramos perseguidos por las administraciones y por determinados grupos ecologistas, hasta el punto de querer considerarnos como delincuentes por el simple hecho de practicar una afición sana como es la pesca y de querer practicar la devolución de nuestros queridos peces a su hábitat natural tras su captura, llegando hasta el punto de manifestarnos en Madrid, como todos sabéis.

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Todo ello ha conllevado a la directiva de nuestro club haya determinado sabiamente la supresión de las competiciones sociales que se venían realizando desde hace unas dos décadas, por el bien del club y de todos sus socios.

Ahora ya tenemos gobierno de forma oficial y en el Ministerio de Medio Ambiente repite Dª Isabel García Tejerina, que se comprometió en el mes de junio con la Plataforma en Defensa de la Pesca a resolver con un Real Decreto las inquietudes que tenemos los pescadores como nosotros. Por tanto, ya ha empezado la cuenta atrás para recuperar el derecho que nos pertenece de practicar libre y legalmente nuestro deporte. Aquí tenéis el vídeo del compromiso que le consiguió arrancar Jesús Expósito, presidente de AEBass, a la ministra:

Tras la suspensión de los sociales, la temporada se ha quedado un poco huérfana de ese gusanillo adicional que va más allá de una salida de pesca y que, generalmente, proporciona el participar en una competición por lo que, faltos de ese veneno que corre por las venas decidimos (David García y Vicent Castellano) en el mes de julio que queríamos recuperar sensaciones y asistir a alguno de los opens que ofrece el panorama nacional celebrados en comunidades autónomas donde la sentencia judicial que todos conocemos todavía no era de inmediata aplicación hasta que no se publicaran las respectivas órdenes de veda debido a que las órdenes de veda vigentes en esas comunidades eran más benévolas con el bass a diferencia de lo que ocurre en la Comunidad Valenciana, donde se exige su sacrificio desde el 2015.

Algunas de esas comunidades son Aragón y Extremadura, auténticos emblemas de la pesca continental en España, sedes de grandes competiciones conocidas por la mayoría de pescadores deportivos de bass.

Después de valorar fechas en el calendario que se acoplaran a nuestros respectivos compromisos laborales, decidimos acudir al mítico Internacional Caspe Bass (embalse de Mequinenza), competición de bass que fue el punto de referencia en toda Europa donde han participado ilustres pescadores como Kevin Van Dam, Gerald Swindle, Gary Yamamoto, Seiji Kato, Stefano Samarchi, entre otros, pero que debido a la expansión de otras especies como el siluro o la lucioperca vio mermada la población de bass e hizo que, principalmente, se convirtiera en una competición donde había un altísimo porcentaje de pescadores locales. Con el paso de los años, esta célebre competición parece que está recuperando el prestigio gracias al declive del siluro y a la reconquista del bass en gran parte del embalse.

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Así, que tras contactar con la A.D. Caspe Bass, formalizamos la inscripción y empezamos a preparar la competición. Había mucho que preparar debido a que la última vez que alguno de los miembros de la pareja estuvo en el embalse fue en el año 2005 donde, además, la distribución de los peces en un embalse de más de 50 km de longitud, habría cambiado sustancialmente.

Foto: Integrantes de los equipos SONER del año 2005 entre los que se encuentran varios miembros del Valencia Bass Club (Pepe Peral, Nacho Revert y Vicent Castellano).

Foto: Integrantes de los equipos SONER del año 2005 entre los que se encuentran varios miembros del Valencia Bass Club (Pepe Peral, Nacho Revert y Vicent Castellano).

El Internacional Caspe Bass, probablemente sea la competición más dura que ofrece el panorama nacional al celebrarse durante 3 días consecutivos con 10 horas de pesca por día, precisando no sólo de esfuerzo físico sino mental. En esta ocasión se celebraba los días 21, 22 y 23 de octubre.

Finalmente llegó el día y la ilusión que teníamos era tremenda después de muchos meses sin sentir las sensaciones que proporciona la competición.

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Durante la larga espera entre la inscripción y la competición solamente hubo una cosa que nos mantuvo bastante inquietos. Se trataba del alojamiento. La opción más cómoda era la de alojarse en el Camping Lake Caspe, desde donde antiguamente se daban las salidas de las mangas del Internacional Caspe Bass pero que años más tarde se trasladó a la zona del Mas de la Punta, zona más cercana a la presa del embalse de Mequinenza.

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Sorprendentemente, tras llamar al camping para tratar de reservar nos encontramos con que se nos exigía una reserva de un mínimo de 5 noches por bungalow y nosotros solamente estábamos interesados en quedarnos 3 noches por lo que no pudimos formalizar la reserva hasta apenas 6 días antes de la competición.

Podríamos decir que la espera valió la pena pero no fue del todo así… Por una parte, era una gozada disponer de un bungalow suficientemente amplio y con espacio para tener al lado la barca y el coche, con la comodidad que ello implica. Por otra parte, al llegar vimos que en el bungalow no había nada para fregar los platos, ni papel, ni nada por el estilo. Realmente era culpa nuestra no haber ido preparados pero creo que veníamos pensando en que sería como en el Kiko Park donde sí que hay algunos de estos elementos.

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Llegamos al camping el jueves a la hora de comer, donde coincidimos con otros compañeros del Minglabass y con Miguel Muñoz, más conocido como Miguel “el del Velero”.

Durante la primera hora de la tarde terminamos de preparar la barca, las cañas, la comida de los 3 días siguientes y también nos acercamos al pueblo de Caspe a realizar algunas compras para el bungalow.

Tras dejarlo todo preparado, nos dispusimos a asistir a la presentación de la competición que se celebraba en el Museo de la Pesca de Caspe donde pudimos reencontrarnos con viejos compañeros y amigos que hacía largos años que no nos veíamos, aunque también aprovechamos para ponerle cara a algunos otros que conocíamos por el Facebook y que no conocíamos en persona.

Fuente: A.D. Caspe Bass

Fuente: A.D. Caspe Bass

Tras la presentación, nos retiramos a nuestra morada para cenar y tratar de acostarnos pronto para descansar lo máximo posible ante el inminente comienzo de una competición en el “Mequinfierno”, tal y como llaman al embalse los pescadores locales.

Primera Manga

El sorteo había deparado que saliéramos en la tercera tanda de embarcaciones que se agrupaban de 10 en 10.

Ciertamente, uno se encuentra bastante perdido cuando tiene ante sí 50km navegables para pescar. Aproximadamente había unos 25km hasta la presa y otros 25km hasta la cola donde la Organización había delimitado la zona de navegación.

Dado que ninguno de los dos habíamos pescado en el embalse desde el año 2005 tuvimos que pedir consejo a algunos conocidos de la zona, llegando a la conclusión (no sé si equivocada) de que en la zona de la presa había más cantidad pero menos calidad de basses, en la zona media había buena población pero algo más de calidad y en la zona de la cola menos cantidad pero mejor calidad.

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Pese a la información anterior, nos encontrábamos más perdidos que “Falete en un Naturhouse”, así que optamos por iniciar esta primera manga en la zona media, parando en una de las primeras reculas que vimos que nos causó buenas sensaciones.

Apenas a los 10 lances de comenzar a pescar llegó la palabra que todo compañero quiere escuchar: “¡¡¡¡¡¡¡¡SACADERAAAAAAAAA!!!!!!!!”. Por desgracia se trataba de una especie no válida para la competición y desconocida para nosotros hasta el momento. Se trataba de una perca fluviatilis. Al siguiente lance otra perca fluviatilis nos sorprendía y nos volvía a hacer caer en el error de coger la sacadera.

Nos habían advertido que había abundancia de esta especie por todo el embalse y que era una especie muy similar al bass pero muy agresiva y que confundía a menudo con su picada e inducía a error pensando que era un bass.

Cuando apenas llevábamos 15 minutos de empezar a pescar clavamos nuestro primer bass que midió 30,2cm siendo la medida mínima de 30cm. Lo metimos en el vivero con la esperanza de que no menguara tras 10 horas en el vivero y que no tuviéramos que devolverlo al agua sin pasar por pesaje.

Para no extendernos en demasía, fueron pasando las horas sin sacar más basses pero estuvimos bastante amenizados por las constantes picadas de percas fluviatilis que teníamos en cada punta de entrada a recula del embalse. Daba igual el señuelo y la profundidad, este animal estaba repartido por todas partes.

Sobre las 13h tuvimos una potente picada que esta vez sí alertó al compañero para coger la sacadera rápidamente. Esta vez no era otra perca sino que era un bass de aproximadamente 1500gr que hizo que nos alegráramos mucho.

Lo mejor de todo fue que sacamos nuestro segundo bass en el mismo tipo de ubicación y cobertura que el que habíamos sacado a primera hora por lo que creímos que podíamos haber encontrado el patrón.

No nos habíamos equivocado con el patrón dado que una hora más tarde sacamos nuestro tercer y último bass de la manga en el mismo tipo de ubicación y cobertura. Tenía aproximadamente 1200gr.

La última parte de la manga abandonamos la zona media y nos fuimos hacia la cola para ver si en aguas más sucias podíamos encontrar algún pez activo pero no obtuvimos fortuna y nos presentamos en el pesaje con 3 basses que pesaron algo más de 3kg y nos permitieron alcanzar el Top 15 en la clasificación general.

Fuente: A.D. Caspe Bass

Fuente: A.D. Caspe Bass

La primera manga fue ganada por Fernando Rúa y Adrián Torres, campeones del Internacional Caspe Bass en 2015 con algo más de 10kg, algo impensable años atrás, lo que les daba mucha ventaja sobre el resto de participantes.

Segunda manga

El sorteo para la salida había deparado que en esta segunda manga saliéramos en la primera tanda de 10 embarcaciones, por lo que teníamos bastantes sitios para elegir.

Se rumoreaba que Fernando y Adrián el día anterior habían salido en la última tanda y que habían pescado en dirección al Camping Lake Caspe donde el agua estaba algo más tomada y aparentemente había algo menos de presión de pesca. Generalmente los rumores muchas veces son falsos, y todavía a día de hoy no tenemos la certeza de que fueran ciertos pero tomamos la decisión de ir en dirección camping a algunas reculas que habíamos visto el día anterior y que nos causaron buenas sensaciones.

A diferencia del día anterior, el cielo estaba muy nublado, con ligero viento y con algo de lluvia.
Empezamos pescando en varias reculas que estaban a medio camino entre el Mas de la Punta y el camping con la esperanza de sacar algún bass en las primeras horas. Por desgracia para nosotros no fue así, pues solamente logramos capturar percas fluviatilis y alguna que otra lucioperca.

Tras haber perdido las primeras horas del día decidimos bajar a la zona media donde cerca de donde sacamos dos basses el día anterior, buscando a conciencia el mismo tipo de cobertura y profundidad. Pronto vimos que los basses no habían cambiado pese a la meteorología cambiante y que seguían allí.

Fuente: A.D. Caspe Bass

Fuente: A.D. Caspe Bass

En corto espacio de tiempo y tras ir rápidamente con la barca de zona en zona buscando esos puntos en concreto, conseguimos hacernos con 3 basses, que si bien no eran grandes, sí que eran válidos para la competición.

A mitad tarde volvió a cambiar repentinamente el tiempo. A primera hora llovió y luego se mantuvo nublado y sin viento pero a última hora se giró fuerte viento con algo de lluvia. Cambiamos de forma de pescar tratando de aprovechar el cambio de tiempo y estuvimos muy cerca de lograr nuestro cuarto bass pero la mala fortuna quiso que ese bass no se clavara bien y no subiera a la barca, quedándonos en 3.

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Al haber salido en la primera tanda también debíamos volver los primeros y consideramos que nos perjudicó ya que otras barcas tuvieron 30-40 minutos más para pescar en esas condiciones que nos parecían propicias para la pesca porque creíamos que iba a haber un pico en la actividad del bass. Ahora ya nunca sabremos si hubiera resultado o no.

Finalmente, llegamos a pesaje con el mismo número de basses que el día anterior y, pese a que los de este día eran más pequeños, nos sentíamos muy satisfechos porque habíamos encontrado un patrón sólido que nos dio peces dos días seguidos. Lo malo es que no conocíamos el embalse y perdíamos mucho tiempo navegando para buscar zonas similares, equivocándonos continuamente.

Fuente: A.D. Caspe Bass

Fuente: A.D. Caspe Bass

La manga fue ganada por Rubén Tarazona y Javier Guillén, que habían pinchado el día anterior pero que se resarcían con un pesaje de algo más de 9kg y que les permitía subir bastantes puestos en la clasificación general.

Por nuestra parte, habíamos bajado algunas posiciones pero nos manteníamos en el Top 20.

Tercera manga

Durante el día anterior habíamos hablado con algunos compañeros que nos decían que habían conseguido sacar basses grandes en superficie a primera hora. Cualquier pescador con algo de experiencia sabe que eso no es un gran secreto pero nosotros hasta entonces no habíamos tenido fortuna con los basses grandes.

En esta última manga el tiempo volvió a cambiar. Habíamos pasado por frío, sol y calma chicha el primer día, y nublado, con algo de lluvia y viento el segundo día pero este tercer día nos tocaba sol, calma chicha y 27ºC, o sea, condiciones cambiantes que podían hacer que los basses se comportaran de forma muy diferente durante ese periodo de tiempo.

Fuente: A.D. Caspe Bass

Fuente: A.D. Caspe Bass

En esta ocasión nos tocó salir de los últimos y sabíamos que todas las buenas zonas iban a estar cogidas así que optamos por jugárnosla e ir a zonas “feas” donde no había nadie y donde tampoco habíamos visto a nadie pescar los dos días anteriores. La estrategia era arriesgada y no funcionó.

Seguíamos sin sacar ningún bass grande, bueno y tampoco ningún bass. Cambiamos el chip y volvimos a las zonas donde los días anteriores habíamos sacado los basses pero o bien no nos picaron, o bien había alguna barca pescando.

Las horas fueron pasando y solamente conseguíamos asustarnos de vez en cuando con las brutales picadas de las percas fluviatilis. El cansancio y tensiones acumuladas hacían mella. Finalmente, sufrimos lo que los pescadores locales denominan el “Mequinfierno” y nos comimos una porrita (sin chocolate).

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La tercera manga fue ganada por Juan Hernández y Sergio Álvarez “Chucky” con 6kg aproximadamente, lo que daba una idea de lo dura que fue esta tercera manga.

Fernando y Adrián consiguieron aguantar en lo más alto de la clasificación tras haber sacado solamente 2 basses medianos en esta tercera manga y se alzaron, por segundo año consecutivo, con el título de campeones del Internacional Caspe Bass.

Le acompañaron en el podio los hermanos Longás, que sin hacer ruido fueron muy regulares y presentaron en cada manga unos 5kg aproximadamente.

Fuente: A.D. Caspe Bass

Fuente: A.D. Caspe Bass

Por nuestra parte, el bolo evidentemente hizo que bajáramos varias posiciones quedando en mitad de la tabla.

Independientemente del resultado, lo mejor de todo fue vivir de primera mano el renacimiento del bass en el embalse. Encontramos varias zonas donde vimos más de 20 basses de palmo en las cercanías, lo que nos alegró de sobremanera.

Queremos pensar que los próximos años van a volver a poner como punto de referencia al embalse de Mequinenza para la pesca del bass. Habrá que estar pendientes también de la evolución de la perca fluviatilis, fuerte competencia del bass. La muestra de ello fue que sacamos aproximadamente 50-60 percas entre las 3 mangas, por 4-5 luciopercas y ningún siluro.

Como dice un buen amigo, “al Caspe vas y volverás”. El tiempo dirá si volveremos o no a la competición pero lo que está claro es que se trata de un magnífico escenario para que cualquier aficionado disfrute de la pesca de multi-especies.

¡Nos vemos en el agua!

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